lunes, 30 de abril de 2007

Todo sobre Italia





La República Italiana o Italia, es un país de Europa del sur, que forma parte de la Unión Europea (UE).
Su territorio consiste principalmente en una península alargada (Península Itálica) y de dos grandes islas en el mar Mediterráneo: Sicilia y Cerdeña. Por el norte está bordeado por los Alpes, por donde limita con Francia, Suiza, Austria y Eslovenia. Los estados independientes de San Marino y Ciudad del Vaticano son enclaves dentro del territorio italiano. Italia forma parte del G8 o grupo de las ocho naciones más industrializadas del mundo. Situada en el corazón del antiguo Imperio Romano, está llena de tesoros que reconstruyen la historia de las bases de la civilización occidental.


GEOGRAFIA DE ITALIA



El relieve presenta cuatro grandes unidades regionales: al Norte, un sector continental dominado por los Alpes; a sus pies, la llanura del Po; al Sur un sector peninsular articulado por los Apeninos; y finalmente las tierras insulares. El sistema alpino extiende por territorio italiano la casi totalidad de su vertiente meridional. En este gran conjunto montañoso destacan las formaciones calcáreas de los Dolomitas (Marmolada, 3.342 m de alt.) y en el sector cristalino, de formas más agrestes, algunas de las principales cumbres de todo el sistema alpino: Monte Rosa (4.634 m), Cervino (4.478 m). Algunos pasos de montaña (Mont Cenis, Simplon, Brennero) facilitan la comunicación con las regiones vecinas. La región prealpina presenta largos y profundos valles, con numerosos lagos: Garda (370 km²), Mayor, Como, Iseo. Al Sur de los Alpes, entre éstos y los Apeninos, se extiende la llanura del Po (el río más largo del país, con 652 km de longitud), fosa tectónica rellenada por los depósitos sedimentarios aportados por los ríos que descienden de los Apeninos y, especialmente, de los Alpes (Adigio, 410 km; Piave), y que avenan la llanura que se abre al mar Adriático por el litoral NE de Italia. El resto de llanuras italianas, aunque numerosas, son de escasa extensión, y se localizan preferentemente en el litoral tirrénico, formadas por importantes ríos (Arno, Tíber) o por llanuras costeras (Maremma, Agro Pontino). La cadena de los Apeninos constituye la espina dorsal de la península italiana, y en ella se distinguen tres sectores: los Apeninos septentrionales, los de menor altura y de formas más suaves (monte Cimone, 2.163 m); los Apeninos centrales, también denominados Abruzos, que constituyen el techo de la cadena (Gran Sasso, 2.914 m), y presentan modelados de tipo cárstico; por último, los Apeninos meridionales, que tienen su punto culminante en el monte Pollino (2.271 m). A ambas vertientes de la cadena se extienden formaciones de colinas, denominadas Subapeninos o Antiapeninos, destacando las del reborde O, donde se elevan algunos volcanes (Vesubio, monte Amiata, Campos Flégreos). En el extremo S de la península Itálica, la isla de Sicilia es considerada una prolongación de los Apeninos (montes Nebrodi, Peloritani, Madonia), destacando el monte Etna, que con sus 3.345 m de alt. es el volcán activo más alto de Europa. La isla de Cerdeña es asimismo montañosa (montes de Gennargentu), aunque cabe destacar la fosa tectónica de Campidano, entre Oristano y Cagliari. La climatología italiana, si bien tiene carácter mediterráneo, presenta notables variaciones regionales. En primer lugar, por efecto de su considerable extensión en latitud: medias anuales en Milán de 23 °C en julio y 1,5 °C en enero, mientras que en Palermo, dichas medias son de 26,2 y 11 °C. Por otro lado, debido a las condiciones orográficas: los Alpes, que actúan de barrera ante los vientos del Norte, registran las mayores precipitaciones (3.000 a 3.800 mm anuales); los Apeninos, por su parte, establecen una clara distinción entre sus dos vertientes: la tirrénica, que queda expuesta a las corrientes húmedas del Oeste, y la vertiente adriática, a sotavento de dichas influencias (menos de 500 mm anuales en Apulia).


ESCUDO Y BANDERA


La bandera italiana nació en dos épocas. Al inicio de la denominación napoleónica y a fines del 700. Milán tuvo el privilegio de verla por primera vez en Noviembre de 1796. Fue el mismo Napoleón quien entregó un estandarte con los colores blanco (al centro), rojo (derecho) y verde (izquierdo), a un cuerpo de voluntarios de la Legión Lombarda, 3.500 soldados que más tarde se incorporarían a la Armada Francesa. Este símbolo, actualmente en un museo, es considerado como un trofeo, junto con la capa y el cetro llevados por Napoleón cuando fue coronado Rey de Italia en 1805.
El 7 de enero de 1797, el tricolor fue adoptado como insignia de la República Cispadana reunida en Reggio Emilia. Colores propuestos por Reggio Emilia probablemente inspirada por la insignia de una secta que desarrollaba un papel importante en la política de aquellos días.
En la Asamblea de Reggio se planteó unir Milán a las cuatro ciudades de la Emilia, ya entradas en la órbita napoleónica. Dado que no fue posible, se decidió establecer una unión ideal con la adopción de la misma bandera. La bandera italiana nació entonces entre la Legión Lombarda y la República Cisalpina; de allí pasó a la República Cisalpina, en la cual confluyeron también los territorios de la Cispada, luego a la República Italiana y finalmente al Reino de Italia. Con la caída de Napoleón en 1814, desaparece oprimida por la restauración, para reaparecer como símbolo en las cinco jornadas de Milán; En esa misma época fue isada sobre los campanarios de Milán, y sobre el punto más alto de la ciudad, la Madonnina del Duomo. Cuando toda Milán se dio cuenta que sobre la Madonnina se agitaba el tricolor, los patriotas en las barricadas dejaron los fusiles para abrazarse en señal de gozo.
El 24 de marzo de 1848, mientras los austriacos dejaban la ciudad, sucedía otro hecho histórico para la bandera; El Rey Carlos Alberto de Saboya distribuyó la bandera tricolor a las tropas piamontesas que entraban en la Lombardia, para poner mano fuerte a los insurgentes. Y para demostrar la unión de su Casa con la Revolución italiana, dispuso que al centro de la misma fuese colocado el escudo Saboyano. Desde entonces, el tricolor se encuentra en todas las fases de la historia italiana; En 1849 en Roma, se constituye la República Romana, Mazzini adopta como bandera el tricolor, escribiendo sobre la franja blanca «Dios y Pueblo». Pero la bandera italiana tuvo una modificación definitiva con la proclamación del reino de Italia el 17 de marzo de 1861. El tricolor con el escudo Saboyano sobrepuesto por la corona real, permanece intacto por 80 años más, hasta la caída de la monarquía, el 2 de junio de 1946. Desde aquel momento la bandera está conformada por los mismos tres colores (verde, blanco y rojo) sin ninguna insignia.


El actual escudo de Italia, oficial desde 1948, fue realizado por Paolo Pascheto, ganador del concurso realizado para elegir el escudo de la recientemente proclamada República Italiana. Técnicamente hablando no se trata de un escudo sino de un emblema, puesto que no sigue las reglas heráldicas.
Se compone de una estrella blanca de cinco puntas con borde rojo, que representa a Italia, ubicada sobre una rueda dentada que simboliza el trabajo y el progreso. El conjunto está encerrado entre una rama de roble como representación de la fuerza y una de olivo como alegoría. Las dos ramas se encuentran unidas por una cinta roja con la frase «REPUBBLICA ITALIANA».